sábado, 1 de noviembre de 2008

Día de Muertos



Como te extraño, cuando era niño me sentía el más feliz del mundo a tu lado. Es asombroso como cambian las cosas.

Ahora, ya son 14 años de tu partida. Te fuiste un 9 de Octubre, la noche del domingo. Jamás pensé que mi vida giraría drásticamente ese día.

A veces lloro tu ausencia, me haces falta, más que evidente. Desearía que estuvieras aquí para que pudieras apoyarme en las cosas de mi vida, sentir tus abrazos en los cuáles descansar. Tu recuerdo está más que vivo; aún añoro tu prescencia, tus regaños, el como me educaste.

Te agradezco eso y mucho. Sé que mi vida no ha sido la que tu esperabas, sin embargo es mi deber el decirte que haré que de mi te sientas orgullosa. Te amo.

En días como estos, la tradición mexicana, de ofrendar y recordar a nuestros difuntos, se practica en muchos de los hogares mexicanos católicos. Evidentemente muchas cosas pasan al olvido, pero espero que está tradición jamás lo sea.

Chao.

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